SOMOS NADA...SOMOS NADA

Había llegado a la ciudad de Hong Kong a las 10 pm. Luego de 11 horas de viaje desde la ciudad de Auckland, como ya era tarde y no era una hora prudente para buscar hostales entonces decidí quedarme a dormir en el aeropuerto, había buscado en google si era posible dormir en el aeropuerto, y me di con la sorpresa que este aeropuerto está catalogado por los viajeros como el mejor aeropuerto en el mundo para quedarse a dormir, hay muchos viajeros que al no tener dinero se van a dormir a los aeropuertos, otros que para ahorrarse la última noche antes del vuelo, deciden pasar la última noche acá, bueno creo que este era mi caso, no quería salir a buscar un hostel a una hora tarde en una ciudad que no conocía, me sentía mas seguro allí, así que apenas salí del área de migraciones, con mochila en la espalda comencé a buscar donde dormir.

 Almuerzo en el vuelo Auckland - Hong Kong

LLegando al aeropuerto internacional de Hong Kong 

Billetas y monedas de los dolares de Hong Kong

A  eso de las 4:00 am sentía un frio enorme, saque mi bolsa de dormir que llevaba conmigo. Vi como las demás personas que dormían en las bancas igual a m,í se estremecían de frio, ya dentro de mi bolsa recupere mi temperatura y a dormir como los dioses.

A las 6:00 a.m me levante, me fui al baño a hacer mi aseo tipo gato, a cambiarme de ropa y listo, dejar mi mochila grande encargada en alguna parte del aeropuerto y a salir a conocer Hong Kong.

Creo que en el Perú todos saben de la serie mas vistas en el país y de hecho mi favorita es “Al fondo hay sitio”, sé que muchos la ven, pero en las redes se hacen los tercios argumentando que ese programa es para gente con poco cerebro y que es un programa para tontos, pero bien que saben quién es el platanazo, el niño cara de pez y frases típicas de la serie como “chiquitingo” o “Basuuuuuuuuraaa”. Una de las frases reconocidas es “somos nada….somos nada” en donde el abuelo en sus momentos de angustia lo dice.

Al salir del aeropuerto en bus con destino a TUNG CHUNG, un distrito de Hong Kong,  y a lo lejos empezaba a verse la ciudad, la primera frase que se me vino a la mente fue…Somos nada!!!….Somos nada!!!…. Y es que al ver la ciudad me quede I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-D-O realmente….. Cuando me pare en medio de las calles de una parte de la ciudad de la Isla de Lantao, no podía creer que una ciudad como esta nos lleve años luz de modernidad y de adelanto. Ya en el camino había escuchado rumores que Hong Kong era muy moderna, a mi sí que me sorprendió totalmente. Desde que baje del bus, hasta el final del día.

El aeropuerto de HK no solo era limpio, si no que brillaba, sus calles igual, como si 3 veces al día, pasaba alguien para sacarle brillo a las veredas y trapear las pistas.

Llegue a la ciudad cerca de las 8:00 am, y vi como la ciudad empezaba a tomar vida. Veía como salían todos de sus viviendas empotradas en la cantidad de rascacielos que tenían, y todos salían de manera ordenada, como si fueran robots que avanzaba programados y se detenían  ante un semáforo, todos con ropas finas y con la última tecnología de celulares a la mano y algunos con audífonos.

Me dedique a recorrer un poco ese distrito y me di cuenta que estaban saturados de tiendas de las marcas mas importantes del mundo. Todos los caminos que salían de sus edificios con destino a los paraderos de trenes o de buses, todos tenían que pasar si o si por las grandes tiendas comerciales, y estas con grandes fotos de diseños de ropa o equipos electrónicos, hipnotizaban a la gente al pasar por frente de estas y ellos caían en el juego del consumismo, ya una amiga de allí me había comentado que era casi imposible regresar a su casa con las manos vacías ya que a cada paso que dabas le tentaba a comprar algo.

También me había dado cuenta que los vehículos acá tenían el timón a la izquierda, igual que NZ, que la mayoría de gente hablan el ingles, por no decir todos aun cuando su idioma oficial es el chino cantones.

Con plano en mano y tratando de entender un poco el recorrido de la mañana en medio del ingles y del chino y la poca información que tenia a la mano, di vueltas por todos lados esperando que sean las 9 para ir a conocer el interior de Isla de Lantao, destacada por ser visitada principalmente por un personaje gordo que está sentado en sus alturas de sus montañas.

Mi primer punto para conocer en la Isla de Lantau fue el distrito de Taio, al llegar allí, todo la vista de la modernidad que había tenido las primeras horas, se diluyeron de golpe, era un pequeño pueblo que se había quedado en el abandono, aparentemente para conservar su tradición y para que los turistas vengan a visitar este lugar y vean la china de hace 40 – 50 años, con un rio que les sirve de pesca y con sus casas a lado del rio, uno acá puede tomar una lancha para que conozcas el pueblo por sus orillas, al salir al mar, supuestamente hay que tener suerte para ver delfines, y no cualquier delfín, estos son rosados y si que tuvimos suerte, cuando el capitán de la lancha comenzó a gritar “otto…otto” no entendíamos que quería decir, pero luego al ver como un delfin sacaba su espalda y se volvia a meter, nos quedamos sorprendidos.

Delfines rosados….waooo era como ver un delfín normal pero calato, desnudo completamente….. No sé en qué otra parte habrán delfines así, pero lo cierto es que todos los del yate nos quedamos contentos, la visita a ese lugar estaba pagada con los delfines, luego nos dijeron que habíamos tenido suerte, ya que muchos van y no aparecen los delfines.

Luego me dirigi a visitar la principal atracción de esta isla, el famoso Buda sentado, el hombre gordo que habíamos mencionado antes colocado en la parte alta de las colinas de la Isla de Lantao en el monasterio de Po Lin.

Al llegar el bus a este punto, desde la entrada ya se divisaba al famoso Buda, por esas cosas de la casualidad, encontré a un señor peruano y a un joven chileno que estaña viajando juntos por China, conversamos 5 minutos, nos deseamos suerte y a seguir cada uno por su ruta.

El primer peruano que encontré en mi vuelta al mundo

Luego de visitar al Buda y llegar hasta la base en donde está sentado, se podían ver muchos chinos, llegando a adorar al Buda, se veía en ellos una gran devoción y respeto ante su dios.

12:30pm terminaba de visitar la isla de Lantao, luego procedimos a salir, para ellos puedes salir con un bus o usar el teleférico que une la cumbre del monte de Ngong Ping con la ciudad de Tung Chung, aprovechamos esta segunda opción.

Espectacular el recorrido de la cabina colgada recorriendo por mas de 8Km los cielos de la isla colgada de un cable, con vistas muy buenas, sintiendo que el viento soplaba fuerte y hacia bambolear tu cabina. A veces daba la impresión que este se iba a caer. Al llegar al final, encontramos una cola inmensa, casi interminable, de gente que quería subir al monasterio de Po Lin por este medio.

Con reloj en la mano nos dirigimos al Metro, ya no había tiempo para detenerse a mirar mas tiendas o buscar algo que comer, nos esperaba la última visita del día y estaba media hora fuera de lo programado.