lunes, 8 de abril de 2013

ADIOS MOAIS

Esta mañana, mi último día en la isla de Pascua, me levante un poco relajado, ayer había sido un día muy duro, por eso de la bicicleteada que me hice, mas de 42 Km. Hoy había decidido hacer el tramo que me faltaba a partir de la 1:00 pm y tomarme la mañana para descansar en el camping, mirando el mar, bajo una sombrilla y de paso revisando las fotos de mis días anteriores, calculé terminar el tramo (color amarillo) a las 8:00 pm, bañarme comer algo, y estar en el aeropuerto a las 10:00 pm, para esperar mi avión saldría esa misma medianoche y me llevaría a mi nuevo destino.


Prepare un ligero desayuno, huevos sancochados, galletas de soda, frutas secas y café. Luego trate de conectarme con el internet del camping que era lento y casi siempre se perdía la señal, así que estuve como 2 horas que perdí sin poder usar el internet.

Ya cansado de tratar de navegar en el ciberespacio....me fui dar un baño, preparar mi mochila para ir a caminar el último tramo. En el camino se me ocurrió entrar a un lugar que arrendaban autos, solo por curiosidad. Al entrar a la tienda a eso del mediodía, ya no era una hora de alquilar autos, siempre los alquilan a primera hora para usarlos todo el día y pagar por día completo, por tanto era el único que entraba a esa hora a la tienda para preguntar por un alquiler. El Sr. para no perder el alquiler de un día de una camioneta que la tenia sin alquilar me la dejo solo a 50 dolares el resto del día que quedaba, lo pensé, creí en el momento que era una buena opción, porque la verdad no tenia ganas de caminar, la bicicleta de ayer me había dejado adolorido desde la cintura hasta los pies, entonces acepte el trato y sali con la camioneta de la tienda.

Al tener la camioneta entendi que con ella iba a poder movilizarme mas rapido, y que el tramo del día lo podia hacer en 2 o 3 horas, entonces decidi primero darme una escapada nuevamente a la playa, a esa playa que el dia anterior me dejo impresionado, habia sido de hecho la playa mas hermosa que habia visto en mi vida. creo que la sensación de la playa limpia, tranquila y sin un sol que no queme mucho me dejo mas que satisfecho, que hasta hoy me imagino nadando en sus aguas.



Estuve en la playa hasta las 3:00 pm. a esa hora ,regrese para hacer la ruta que me faltaba, fue alli donde el sol empezo a quemar, pero en buena hora el auto me protegia en algo del sol, mas no del calor.





No puedo negar que el auto me facilito el camino, de hecho si lo hubiera hecho caminando, no me hubiera alcanzado hacer todo el recorrido de las cavernas y la costa norte de la playa, hubiera necesitado mas horas. Además el auto me permitió pasearme por toda la ciudad y conocerla de una manera rápida.




El Sol ya se había ocultado, cuando miro mi reloj eran las 20:30 pm. me quedaban unos minutos para devolver el auto, mientras fui al grifo para recargar la camioneta y luego a la tienda de alquiler dieron las 21:00. Deje el auto, todo estaba conforme, y ahora a caminar hasta el camping que fue largo el tramo, tenia entonces solo 30 minutos para alistar mi mochila, bañarme y comer algo en la cocina. Lo bueno es que puede hacer todo eso en ese lapso de tiempo. A las 22:00 estaba encima  de la camioneta de la dueña del camping para que me lleven al aeropuerto.





Ya para ese momento estaba cansado, todos los dias en la isla habian sido muy agotadores, llegue al aeropuerto, me registre, me firmaron mi salida de Chile y busque unos asientos para echarme a dormir hasta que llegue el avion. Cuando me levante, me di cuenta que la sala de espera ya estaba llena y faltaba solo 30 minutos para que llegue el avión, ya no pude dormir, habia mucha gente en la sala y cmo que echarse a dormir en medio de todos ellos en los asientos daba mala impresión, entonces empeze a dar vueltas por la sala, como buscando algo para entretenerme. En unos momentos mas se escucho el anuncio de que formaramos la cola para abordar el avión. Sabia, que una vez que suba al avion, mi lengua española no la iba a volver a escuchar así tan fácilmente  Lo que se venia era algo difícil por el lenguaje, pero no imposible, así fue como deje la isla y les dije a los Moais: Adiós, hasta nunca

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