La joya mas preciada de París, se llama TORRE EIFFEL, esta torre símbolo de París y de Francia, se erige imponente en la ciudad de París y es que cuando la vi por primera vez con mis ojos desde la plaza de la concordia, me hipnotizo. Aun estaba lejos, pero había algo extraño en ella que te llamaba a que vayas a verla de cerca. Entonces fue cuando decidí que terminado el tour en el que estaba debería ir para allá, se unieron a mi una pareja de españoles y juntos recorrimos las calles de París, recorriendo al borde del Senna para llegar de cerca a la torre.
Toda mi vida, había visto a esta torre entre libros, fichas de turismo, televisión y cine. Entonces cuando organice mi viaje, marque París para poder ver y estar sobre esta torre ya que era un icono mundial y si todos iban para allá, yo también tenia que ir.
Debo sincerarme y decir que esta torre hasta antes de llegar a verla era una de las cosas que no me llamaba la atención, pero solo decidí ir a verla porque la todo el mundo te exigía que la vayas a ver, era como un deber de un viajero ir hasta esta torre. Por muchos años pense, “¿Qué le habían visto a esta torre?, ¿Cualquiera hace una torre metálica similar? y es que se ve fácil hacerla, tomar ángulos y vigas metálicas y unirlas en forma triangular, es mas durante mis estudios de la universidad, era común ver estos tipos de estructuras a la hora de las clases de diseño estructural, donde los profesores nos ponían una torre similar a la Eiffel y nos decían: Hallar las fuerzas en la barra tal
Así que para mí, la torre Eiffel era un punto importante, pero no era la gran cosa, es más: ¿Cómo puede una torre ser tan hermosa si solo tiene fierros y ni siquiera tiene aguan detalle especial? Cualquier arquitecto hubiera o ingeniero a esa torre la hubiera envuelto con alguna mezcla de concreto para poder darle algo mas de belleza – Pensaba.
A medida que caminábamos por las calles rumbo a París, la torre iba creciendo de tamaño y de qué manera! Hasta que llegamos a la plaza del Trocadero. Fue allí que teníamos a la torre frente a nosotros en toda su dimensión, donde ningún edificio o árbol la cubría. Miles de turistas se agolpaban alrededor de ella para encontrarle su mejor ángulo y llevársela consigo a su país por medio de una foto. Nosotros no nos íbamos a quedar atrás, sacamos nuestras cámaras y nos unimos a la gente que disparaban flashs contra la torre.
En cada toma fotográfica que le hacía a la torre, me iba dando cuenta que esta no era un simple conjunto de ángulos y acero. La torre nos iba dejando hipnotizados por su belleza, esa belleza que tan solo la puedes apreciar en toda su plenitud allá, en la ciudad que la vio nacer y la tiene prisionera atada a sus suelos.
Cuenta la historia que París se preparaba para la exposición universal de 1900 y le pidieron a Eiffel, construir algo en ciudad que sea el símbolo de esa exposición. Fue así que Eiffel comenzó a diseñar su obra, a su hija y una vez aprobada por las autoridades, empezó a construirse. Como en todos lados, empezaron a salir los críticos:
- Que fea torre!!!
- En cualquier momento esta se va a caer!!!
- Solo se ve fierros y tornillos.!!!
Las críticas empezaron a aumentar tanto, que una vez culminada la exposición, los días de la Torre Eiffel estaban contados. Los parisinos habían decidido desarmarla porque argumentaban que no jugaba con el estilo de castillos e iglesias que había en París.
Fue entonces que por esos meses justo apareció la radio con sus primeras señales de transmisión y bueno, toda radio necesita alguna cumbre alta para enviar sus ondas. Entonces todos voltearon a ver a la punta mas alta que sobresalía en esa época en París y no había altura mas alta que la de la Torre Eiffel.
Eiffel aprobó que se pueda colocar la antena encima de su torre. París iba a gozar de las primeras señales de la radio y sin querer la torre Eiffel iba a tener unos años mas de vida.
Poco a poco, todos los viajeros que llegaban a París para ver los museos y castillos de la ciudad, empezaron a hacer de la torre su principal visita y la torre a enamorar a sus espectadores. Los artistas y poetas de esa época, inicios del siglo XX, la comenzaron a plasmar en sus cuadros y a dedicarles algunas menciones en poemas.
Eiffel se abría paso poco a poco, en medio de sus críticos y tal cual cenicienta comenzaba a deslumbrar sola ante el mundo, ella quería vivir eternamente y el mundo la dejo vivir. Hoy es uno de los lugares mas visitados en el planeta. La engreída de París, no solo es la joya de la ciudad y del mundo, si no una maquinaria de para hacer dinero. Hoy muchos de los ingresos económicos para Francia es gracias a esta torre y muchos viven y dependen de esta torre ya que es uno de los puntos mas visitados del mundo ¿Que viajero no ha ido a pararse frente a esta torre?
•La torre se empezó a construir el 28 de Enero de 1987 y se terminó en Marzo de 1989
•La torre tiene 324 metros, cuenta con 3 plantas y 2 ascensores.
•El diseñador fue Alexandre Gustavo Eiffel.
•Costó 1.5 millones de Dólares
•La Torre pesa alrededor de 7.300 toneladas
•Cada cinco años se le aplican 50 toneladas de pintura para evitar la corrosión del material.
•Trabajaron en su construcción casi 200 obreros, que ensamblaron 18.000 piezas de hierro.
•La torre se inauguró el 31 de marzo de 1889 y fue abierta al público el 6 de mayo de ese año.
Con los 2 españoles nos pasamos buen tiempo tomándonos fotos con la torre detrás de nosotros, la idea era llevarse una buena imagen en la memoria y en nuestras cámaras. Al acércanos entonces a ella para subirla, su presencia se imponía mas y mas, hasta que llegamos debajo de ella y nos invito a cubrirnos, tal como una gallina cubre a sus pollitos. Debajo de ella, empezamos a hacer la cola para subir y alcanzar su cumbre, la cola nos demando cerca de 1 horas y media, y cuando nos tocaba ascender a pie la torre, ya las piernas estaban cansadas, pero no había otro momento, entonces peldaño a peldaño comenzábamos a cumplir el sueño de estar dentro de la torre y ver a Paris desde el interior de ella.
Arriba de la torre me compre unas papas fritas y una coca cola, eso iba a ser mi almuerzo, además era lo único que vendían. Luego de bajar la torre y haber perdido de vista a los españoles, continúe mi camino hacia la plaza Charles de Gaulle, en donde está el famoso arco del triunfo.
La construcción del Arco del Triunfo duró treinta años. Napoleón ordenó su construcción en 1806 al finalizar la batalla de Austerlitz y el Arco se concluyó durante el mandato de Louis-Philippe. El arquitecto fue Jean-François Chalgrin.
El Arco del Triunfo ha sido testigo de innumerables momentos históricos entre los que podríamos destacar: el paso de los restos mortales de Napoleón el 15 de diciembre de 1840 y los desfiles militares de las dos guerras mundiales en 1919 y 1944.
En la base del Arco del Triunfo encontraréis la Tumba del Soldado Desconocido, un monumento eregido en 1921 que esta con una llama siempre encendida la cual representa a todos los franceses que murieron en la Primera Guerra Mundial y nunca fueron identificados.
En los cuatro pilares del arco están grabados los nombres de las batallas ganadas por los ejércitos napoleónicos y de los 558 generales franceses, algunos de los cuales murieron en combate y sus nombres se encuentran subrayados.
Acá también puedes acceder a la parte alta del arco, pero tampoco lo hice, me estaba guardando para la mejor vista de París, y tampoco quería gastar dinero en todos los lugares donde hayan subidas.
Un poco cansado, volví a tomar el metro de París con destino a mi última parada del día, La torre de Montparnasse. Inaugurada en 1973, la Torre Montparnasse fue el primer edificio de oficinas que se construyó en el centro de la ciudad y fue la causante de una enorme controversia, ya que los parisinos opinaban que desentonaba con el entorno clásico en el que se ubicaba.
En la actualidad cerca de 5.000 empleados trabajan en 53 de las plantas del edificio, mientras que más de 750.000 visitantes suben cada año hasta las terrazas de las plantas 56 y 59 para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. Cuando llegue a las 9:00 de la noche todavía el sol no se escondía totalmente, así que subí a la terraza y hacia un frío que para que te cuento, así pasaron los minutos y parecía que el atardecer era interminable, las 10:00 pm y aún se veía algo del sol. Hasta que por fin las luces de la ciudad empezaron a encenderse y empecé a contemplar París de noche, tal como Remy. La vista era única, era tan igual como muchas ciudades del mundo, pero había algo que la hacia bella por encima de todas: La torre Eiffel y el rio Senna.
Pero para las fotos no era el mejor momento, el cielo está cubierto de nubes y hacia que las fotos salgan difuminadas.
Ya cansado, con las piernas a punto de quebrarse, busque la estación de metro ahora para ir a descansar, llegue a la casa de Eli a eso de la medianoche, y aun tenía que buscar por internet la información que necesitaba para mañana, ubicación de museos, costos y rutas.
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