Mi último día en Barcelona, salimos de mañana con Jose en su moto a la ciudad de Sitches, una ciudad que queda al lado de la playa y con bastante vida bohemia. Un poco mas al sur de la ciudad de Casteldefel en donde me alojaba.
Con Jose, antes de llegar a Sitches, visitamos el puerto de lanchas de esta ciudad y allí fuimos a ver la lancha del hermano de Jose, esta lancha no era cualquier lancha ya que había sido hecha por él mismo, al verla parecía comprada en una tienda, me contaba Jose que su hermano pensaba algún día dar la vuelta al mundo por los mares con esta lancha. Que tal vuelta!!!
Luego nos dirigimos a Sitches, antes de salir de casa, entre Lola, Jose y yo, nos hacíamos bromas porque esta ciudad de la playa es muy visitada por el mundo gay, Lola nos molestaba diciendo que cuando la gente nos vea por Sitches iban a pensar que éramos pareja, yo también lo molestaba a Jose diciéndole que mañana en su trabajo lo iban a felicitar por salir de closet, entre risas y risas nos fuimos a conocer Sitches.
Sitches no solo es el paraíso del mundo homosexual, sino también una de las playas más visitadas de Barcelona ya que posee una gran cantidad de tiendas, restaurantes y áreas dedicadas a recibir a turistas.
Jose esta vez me ayudaba con las fotos y fue mi guía, caminamos por los principales lugares de esta playa.
Cuando ya habíamos caminado las calles principales y el malecón de la playa, tomamos la moto para regresar, el camino de regreso era bordeando una montaña y Jose manejaba su moto a 140 Km/h y las curvas a 80Km/h, todo un experto con la moto.
En casa, Lola nos esperaba con una paella española, la comida mas representativa de España, de hecho era una paella vegetariana, mil gracias por este detalle. Luego de almorzar, salí a recorrer por última vez las calles del centro de Barcelona y su avenida mas conocida, LA RAMPLA con el BARRIO GÓTICO y a visitar la catedral de Barcelona y a recorrer parte del puerto.
Luego de caminar unas 4 horas por las calles del centro de la ciudad, cansados, con el sol que estaba castigando fuerte y con el reloj marcando las 5:00 pm, me fui a casa, ya que tenía que alistar mis cosas, porque el final de mis días en Barcelona había llegado y bueno, tenía que continuar, me había acostumbrado a esta ciudad, sin querer había estado 6 días, creo que ha sido la ciudad donde mas tiempo he permanecido en mi viaje, y es que Jose y Lola tienen gran responsabilidad en esto, su compañía y su hospitalidad, hicieron que me sintiera en casa, que le ponga 2 días mas a Barcelona y quitárselos a Madrid.
Les estaré eternamente agradecido a Jose y a su esposa Lola, no solo me trataron como a un amigo, sino también como a un hijo. La despedidas de las ciudades siempre eran tristes, porque siempre cuando ya te estabas acostumbrado a esta ciudad, llegaba el momento de partir y como que te daba tristeza y flojera, ya que costaba adaptarse a la ciudad, esta vez al partir de Barcelona, el efecto era el doble, puesto que me había acostumbrado a la compañía de Jose y Lola, a las conversaciones largas que teníamos de viajes y demás temas.
Gracias Jose y Lola, siempre los tendre en mi corazon y en mis recuerdos, espero algún tenerlos por mi País, acá tienen a un amigo y estoy para servirlos, mi casa es su casa.
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