ADIOS HELEN Y ...HASTA CUANDO PIENSES EN VOLVER....

Era el último día en la casa de mi hermana, mi hora de partida para continuar mi viaje era al medio día, desde la estación de trenes de Ginebra rumbo a Barcelona. Nos levantamos muy de temprano como ya teníamos acostumbrado, siempre nos habían enseñado a levantarnos a esas horas, no podíamos quedarnos dormidos después de que el sol haya salido, al comienzo era una regla en la casa de mis padres, con los años, se volvió costumbre y hoy, ninguna de mis hermanas y yo, nos quedamos pegados a las sabanas después de las 7 am. 

Desayunamos, un vaso de quaker espeso, sus panes con mantequilla y frutas, mi hermana en su refrigerador, guarda, como joyas, algunas compras de productos peruanos que a veces consigue por esos lugares de Suiza o Francia. Luego de descansar un rato, y faltando una hora para salir rumbo a la estación de trenes, empecé a preparar mi mochila, ya a estas alturas, eso de preparar la mochila cada 4 días, me apenaba mucho, siempre al 4to día en una ciudad ya estaba acostumbrado a muchas cosas de esos lugares y eso de alistar la mochila me apenaba mucho, acá había doble razón para estar triste, porque ya me había acostumbrado a la tranquilidad de Sant Julian y a estar al lado de mi hermana.

Pero ella estaba casada y yo de hecho sobraba en esa casa, dicen que las visitas solo son lindas los primeros días, luego del 4to ya empiezan a sobrar, preparaba la mochila y no sé porque ahora la sentía mas pesada y mas grande, las razones, eran porque las mujeres siempre te dicen cuando vas a viajar “llévame tal cosita para allá” y así mi mochila la tenia al tope y por darle el gusto a mi hermana, mis próximos días tenía que cargar mas peso en mi espalda.

11:00 am. Comí por última vez unas tortillas de verdura que Helen había cocinado y salimos con destino a la estación. Helen unos días antes, se contacto por internet con un joven de España que justo viajaba a Barcelona en su auto ese jueves y me cobraba 50 euros por llevarme de paso. A veces por Europa uno encuentra gente que viaja en su auto de un lugar a otro y cobran algunos euros por llevar gente y eso les ayuda para recuperar sus combustible, para pagar los peajes y para tener alguien con quien conversar en el viaje.

Al despedirme de mi hermana fue un momento muy triste, tal vez fue mas triste para ella, nos abrazamos y nos deseamos las mejores de las suertes, ella me deseo que termine mi viaje de la mejor manera y yo le desee lo mejor en la vida que estaba construyendo por esos lugares. Al abrazarnos comprendí que hay abrazos y abrazos, y que no hay nada comparado con el abrazo de un familiar, porque por mas que haya habido diferencias o peleas, siempre el abrazo iba a ser sincero.  Yo llevaba  mas de 2 meses sin recibir un abrazo, pero mi hermana tal vez llevaba casi 2 años de no recibir un abrazo de su familia, esos abrazos sinceros y de sangre.¿Cuantos peruanos que salieron de su familia y de su país por buscar nuevos horizontes extrañan esos detalles de casa, entonces es cuando la canción de Pedro Suarez Vertiz toma vida en sus vidas diciendo:

“Cuando pienses en volver, aquí están tus amigos, tu lugar y tu mujer, y te abrazaran, dirán que el tiempo no paso y te amaran con todo el corazón”

Helen sabe que le deseo lo mejor en su nueva etapa en Francia, le deseo que le vaya lo mejor en sus exámenes que vienen y en sus proyectos laborales. Al subir al auto vi como poco a poco la imagen de mi hermana se alejaba con un saludo de manos, mientras yo también agitaba mis manos diciendo para mí solo, “Adiós Helen”. Ya el tiempo dirá cuando nos volveremos a encontrar. Ojala que pronto. Solo espero que le vaya bien a ella y a su esposo.¡¡¡Fuerza Helen y Radu!!!

En el auto que me llevaba a Barcelona iba el dueño del auto llamado Vicente, iba un francés y 2 suizos, conmigo éramos 5 en el auto, todos ellos iban rumbo a Barcelona para el festival de música electrónica que iba a durar todo el fin de semana en esa ciudad, yo era el único que iba a Barcelona con fines de turismo y de conocer, así que todo el viaje pusieron en el auto música electrónica, las 9 horas que íbamos en la carretera era lo mismo, hicimos 2 paradas para comer y tomar algo y una parada para cargar el carro de combustible.

Cuando pasamos la frontera Francia-España a unos pocos kilómetros nos estacionamos en un estación de gasolina, por un momento me pareció estar en Perú, el grifo era de REPSOL, los colores eran similares a los que uno conoce en Lima, ademas el teléfono que estaba en la pared decía "Telefonica" y todos los colores eran los mimos que se usan en Lima también. Entre a la tienda del grifo y por primera vez, podía pedir lo que quería en mi lengua materna, es mas antes de abrir la boca pensé que tenia que hablar en ingles, pero rápidamente recordé que ya estaba en España y "PODIA HABLAR CASTELLANO!!!", volver a escuchar mi lengua en una tienda, pedir el café, preguntar por el baño, saludar y agradecer, todo eso me causo una alegría, durante 2 meses no había estado en un país donde se hable mi idioma y bueno España me daba una bienvenida de manera especial a mi viaje.

Llegamos a Barcelona a las 11:00 p.m, a la estación de Sant, con mi mochila en la espalda entre a la estación de trenes a buscar el tren regional que me llevara a la zona de casteldefel, donde me estaba esperando Jose Y Lola, unos esposos que conocí en Dubái y me había hecho tan amigos de ellos que me dijeron que cuando vaya a Barcelona los busque, apenas baje del auto y compre mi pasaje en tren, les eche una llamada para indicarles que ya había llegadoa Barcelona. Ellos me estuvieron esperando en la estación de Sant hasta las 9:00 y como no llegaba, preguntaron a los encargados si es que había un tren que venía de Ginebra a lo que le dijeron:

- De Ginebra? Pues si el tren ha tenido que pasar Francia, y hoy en Francia ha habido huelga de trenes y ningún tren ha salido de ese país.

Con esa respuesta, Jose y Lola se regresaron a su casa, pensaron que me habia quedado abandonado por alguna parte de Francia, lo que ellos no sabían es que yo no estaba viniendo por tren, si no en un auto particular.

Apenas recibieron mi llamada, Jose salió a esperarme a la estación de tren de Casteldefel para llevarme a su casa, al llegar a casa, Lola me esperaba con una cena…! Y que cena! Como el hijo prodigo que se aparece en casa y mandan a preparar la mejor comida….así igual, esa noche, mientras cenaba con Jose y Lola, nos quedamos hasta las 2:00 am conversando de todo un poco.

Así me recibió Barcelona, con 2 de sus mejores anfitriones, Barcelona prometía sorprender!!!