viernes, 8 de marzo de 2024

ADIOS ISLANDIA - HOLA LONDRES

 DIA 07

Después de haber dormido la noche con los músculos y el sistema nervioso relajados, por haber estar metido más de 2 horas en esas piscinas termales, me levante sabiendo que las horas en Islandia, estaban contadas. Así que había q aprovechar las últimas horas que me quedaban para ir a dar mi última vuelta por la ciudad y la parte que me faltaba, por su malecón o balneario. Caminar por la costa verde en mi país, por el balneario, para apreciar el océano pacifico, tienes por lo general un sol radiante y a la vez te va bronceando el rostro, todo esto si es que no es un día nublado, también puedes ver a gente bañándose en las playas o haciendo surf o algún deporte acuático.

Acá sin embargo caminar por el balneario, primero tenías que ir súper abrigado, puede llegar los pocos rayos del sol que hay, pero hay un viento que corre y sientes como este se te introduce atravesando el abrigo y la piel, llegando tus huesos a sentir ese frio del exterior. No vas a ver de hecho a nadie bañándose o haciendo deportes acuáticos, que alguien haga esto por estos lugares es exponerse en tener hipotermia en minutos. Lo máximo que pude ver son barcos de carga saliendo del puerto para introducirse en el mar, lo que si no me quedo claro es que, si el mar que baña las costas de Reikiavik, son las aguas del Atlántico, las aguas del mar de Noruega o las del labrador, eso si no me quedo claro.


Luego de caminar por la costanera y poder al fin conocer la enorme escultura marítima de un barco de acero inoxidable, denominado “viajero del sol” ya me podía retirar tranquilo de la ciudad, había podido ver todo lo que me había propuesto.

Me introduje nuevamente en la ciudad para caminar y enrumbarme a ver por última vez a la iglesia de Hallgrímskirkja, entrar y sentarme a escuchar la última pieza musical, que la verdad era agradable escuchar como ese piano medio extraño sonaba dentro de esta iglesia. Mi hospedaje estaba a casi 2 cuadras detrás de la iglesia, así que era casi imposible no pasar por ella todos los días, para mí, se había vuelto un símbolo de Islandia, y sé que para muchos turistas también, apreciar la belleza arquitectónica valía darse sus minutos y apreciarla.

Las campanas de la iglesia dieron la 1:00 pm, hora de salir a mi hospedaje, para retirar mi mochila y dirigirme al aeropuerto, mientras caminaba a la estación de buses, me iba alejando de la iglesia de Hallgrímskirkja, volteaba cada cierto tiempo para ir despidiéndome de ella, era muy fácil verla, ya que siempre su altura va a sobresalir salir por encima de todos los edificios de la ciudad.

Antes de ingresar a la estación de buses, gire para darle mi último adiós a la ciudad, no sé si volvería por estos lugares, es muy difícil saberlo, más aún cuando está demasiado lejos de casa, No olvidare este país, por sus paisajes dan ganas de planificar y regresar algún día… ¿Quién sabe? Solo Dios….


Quiero agradecer en este pequeño espacio, a mi excompañera de trabajo Gabriela, esposo e hijo, hace como 10 años coincidimos en una compañía constructora, la jefa de seguridad de toda la empresa, hasta un día me llamo la atención por no ponerle un implemento de seguridad…. Jeje… pero luego que salí de esa empresa, coincidimos en alguna reunión de amigos y de la imagen de seria que tenia de ella, era bastante amigable. En Islandia lo confirme. Se dio el tiempo de mostrarme la ciudad e introducirme a la cultura islandesa, hace 2 años se enamoró y se vino a vivir por estos lugares…. MUCHAS GRACIAS GABRIELA, Islandia se queda en mi corazón y gran parte por tu hospitalidad. Venir a vivir hasta estos lares desde el Perú, creo yo que es para valientes, y de hecho tú lo eres.

Era momento de abrocharse los cinturones, el avión estaba a punto de despejar y viajar por 3 horas por los cielos de Europa para por fin conocer Londres, la última gran metrópoli que me faltaba conocer y que hace años la iba posponiendo. 

Cuando aterricé en Londres, apenas salí del aeropuerto, entendí que no estaba entrando a cualquier ciudad. Siempre había tenido en mi mente bien claro que la ciudad más universal era Nueva York, la ciudad de entre todas las ciudades, en solo minutos, sentado en la primera estación de buses del aeropuerto esperando mi bus y ver como todo se movia alrededor mio, sentía que Nueva York se veía amenazado por perder esa posicion de la gran la ciudad en la que la habia puesto. Era momento de empezar entrar a Londres y ver como nos soprendía y que yo la había tenido en espera durante mucho tiempo….





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