Dicen las crónicas ancestrales, que un día el Inca Huayna Cápac, cruzaba por el callejón de Huaylas y contemplaba las montañas (Waskha, en quechua) y al ver que una sobresalía de las demás, la llamo Huascarán en honor a su progenitor Huáscar.
Otras personas
también la conocen como Mataraju que traducido al castellano también podría
significar Nevados Gemelos. Y pues, no sé en qué momento me quedé dormido en mi
clase de geografía, que tuve que llegar hasta acá, para darme cuenta que el
Huascarán tiene 2 cumbres, siempre pensé
que era una sola. De esta manera la
montaña involucra dos picos: la cumbre norte con 6,655 msnm y la cumbre sur con
6,757 msnm siendo este, el punto más elevado del país, la cima del Perú.
La cumbre sur se conquistó por primera vez, con la expedición científica austro-alemana conformada por los científicos Philip Borchers, Wilhelm Bernard, Erwin Hein, Hermann Hoerlin, Erwin Schneider y los porteadores Néstor Montes y Faustino Rojo quienes lograron conquistar el pico el 20 de julio de 1932. A partir de esa fecha muchos alpinistas vienen al Perú tratando de conquistar esta cima.
Por una
cuestión numérica-matemática, el mundo montañista ha agrupado y transformado en
célebres a las montañas más altas del mundo que superan los 8,000 metros de
altura sobre el nivel del mar. Son 14 en total, todas ellas están entre Nepal,
China y Pakistán. De estas 14, destaca el Everest con 8,849 msnm, en la
cordillera del Himalaya. Cientos de montañistas, años tras años intentan poner
el pie en la cima del mundo, pocos son los que la consiguen. Así el Everest es,
sin duda, el mayor logro o el mayor sueño de todo escalador de montañas, inalcanzable
para la mayoría de mortales como nosotros.
Cuando aún India era una colonia británica, un equipo de personas decidió medir la altura de todas las cumbres del Himalaya. Todos ellos le pusieron atención principalmente a una, llamada LA CIMA XV, por sobresalir entre todas.
Corría el
año 1852 cuando los estudiosos de la geología llegaron a la conclusión de que
el pico XV de la cordillera del Himalaya podría ser la montaña más alta de
nuestro planeta. En 1865 le cambiaron el nombre por el de Everest, en honor a
Sir George Everest, coronel, topógrafo y geógrafo galés al servicio de la
corona británica y miembro de Royal Society. Desde entonces suscitó los deseos
de los más aventureros de grabar su nombre en la historia del alpinismo.
De este
modo se pondría en marcha en el año 1921, la primera expedición británica en
intentar conquistar la indómita cumbre. Que tal empresa hubiera llegado a buen
puerto en un primer intento, desconocida la orografía y la arrollante
personalidad de tamaña formación geológica, ciertamente habría sido un golpe de
suerte que no se dio. Lo cierto es que hubo, tras otros cuantos varios
intentos, que esperar aún 32 años hasta que Edmund Percival Hillary, un
montañero, piloto y explorador neozelandés, y el sherpa nepalí Tenzing Norgay
llegaron a la cima a las 11:30 am del 29 de mayo de 1952, y regresaran con vida
para contar la hazaña. El hombre había llegado, al fin, a la cima del mundo.
Hoy había amanecido frente a esta montaña. Pocas veces en la vida uno se levanta con esta vista, así que desde antes de las 7 am salí a contemplar el entorno. Una zona llena de roca granítica, con el sonido de riachuelos descendiendo, con una vista del callejón de Huaylas a mis pies y grandes montañas alrededor de ellas, de las cuales destacaba el Huandoy y las 2 cumbres del Huascarán.
Lo que más me llamo la atención esa mañana, era ver salir de entre las rocas a algunas Vizcachas, saltaban y saltaban y que, al notar mi presencia a los lejos, se detenían, se quedaban inmóviles y al momento volvían a esconderse, dicen que en las mañanas salen a esperar que el sol salga completamente para poder tomar baños de sol. Creo que era la primera vez en mi vida que veía a estos animales corriendo libremente por la naturaleza.
Llegar
hasta este punto, era especial, ya que estas en el borde de aquel gran volumen
de hielo. Ver tremendas paredes de hielo, que al ser iluminados directamente por
el sol daban la impresión de ser totalmente celeste y estar cubierto de nieve,
era especial. Además, de ver como de esta misma zona comenzaban a salir gotas y
gotas entre el hielo y se iban juntando para hacer hilos de agua por entre el
piso rocoso para luego seguir descendiendo, estaba presenciando el origen de
todos aquellos ríos que luego iban a correr por el callejón de Huaylas, luego
cruzar la costa desértica para finalmente desembocar al océano pacifico...era
impresionante estar allí!!!
De hecho,
las aguas del Huascarán no solo riegan el lado oeste, también el lado este, en
donde esas aguas van hacia la selva peruana y parte de ellas terminan yendo al
río Amazonas. Así el Huascarán constituye parte del ecosistema natural de la
región central del Perú, el corredor económico y cuenca hidrográfica por
excelencia.
Toda el panorama se veía hermoso, pero luego cuando uno empieza a pensar en todo lo que escucha sobre la problemática ambiental que vive el mundo entero, entonces talvez empiezas a entender el real problema.
Algo me habían comentado, que cuando uno empieza a ver la parte celeste del hielo, es porque ya estás viendo la base del glaciar, digamos el hielo madre, esa parte del hielo que le ha llevado años formarse.
Dicen que,
por décadas, los pobladores cercanos al Huascarán subían al nevado para cortar
el hielo y luego llevarlos a sus casas para usarlo en la cocina. Me di con la
sorpresa, que esto no era una leyenda, y que a pesar que las viviendas de la
zona ya cuentan con refrigeradores y/o neveras, algunos pobladores aun suben a
los 5,000 msnm para cortar un gran trozo de hielo. Justo cuando estaba haciendo
fotografía a las 8 am aprox., vi que un hombre de la zona subía hacia el
Huascarán con 2 de sus niños, “andarán paseando” – pensé. Cuando a las 11 am vi
al mismo hombre ir descendiendo con una gran mochila. Me pareció raro, porque
yo lo vi subir hace unas horas sin nada. El encargado del refugio me acoto que
era un trozo de hielo que llevaba dentro de esa mochila, el hombre había subido
a cortar ese pedazo de hielo, abrigarlo y meterlo a su mochila.
- ¡Hielo!!! - Y me señalo la cumbre del Huascarán.
- Oye, pero cuando llegues abajo…ya se te habrá derretido….
- Para nada, tengo hielo para 15 días – grito con una gran sonrisa.
- ¿Y para que lo vas a usar? – le pregunte.
- Pues para mis raspadillas, son naturales y hasta muy saludables, porque son de agua natural del mismo Huascarán.
Se fue
levantando la mano, mientras descendía saltando de roca en roca …yo también le
devolví el saludo… ¿Cómo era posible venir hasta acá solo para llevarse un
pedazo de hielo?”. Pero esto es aún una costumbre que se practica entre los de
las zonas aledañas. De hecho, debe ser un lujo para ellos comer su rapadillas
del Huascarán, pero es parte de la depredación que le estamos haciendo a la
cordillera. Está prohibido hacer esto…pero hay cierto descuido y falta de
conciencia entre nosotros, además de falta de persona y/o presupuesto por parte
de las autoridades para resguardar el parque.
Los Huaracinos, se siente orgulloso de ver todos los días al Huascarán, por ser la montaña más alta del mundo de la zona intertropical, la segunda montaña de mayor altura si es medido desde el centro de la tierra y el lugar de la tierra donde existe menos fuerza de gravedad. Y allí, mirando el Huascarán, apreciando su grandeza, pensaba en lo privilegiado que somos de vivir en estos años. Recordaba que en una conferencia se decía:
"En el Perú, todos los glaciares que están por debajo de los 5,100 metros ya han desaparecido"
“Y, en
toda la región, los glaciares ubicados a altitudes inferiores a los 5,400
metros han perdido en promedio 1.35 cm de su capa de hielo cada año desde 1970:
el doble que los grandes glaciares ubicados a mayor altitud”
El
calentamiento global estaba siendo agresivo con las grandes glaciales y el
Huascarán no se libraba de ella. Muchos factores ayudaban a incrementar este
fenómeno.
Una de
ellas era, la perdida de cobertura vegetal, siendo una de las causas
principales de esta perdida la quema de pastos, que originan incendios
forestales, unos días antes de mi llegada, hubo un incendio generado por unos
chicos en la parte baja de la cordillera. También hay que añadirle la
desorganización del control del ganado en el área que conlleva a un desorden
del uso de pastos existentes, el desorden turístico del cual yo también era
parte; la caza furtiva en la zona, la contaminación de CO2 que vienen desde la
costa y es traída por la atmósfera en partículas hasta la cordillera y muchos
otros factores más que están contaminando toda el área.
Comencé a
descender de la zona del glaciar con una mezcla alegría, reflexión y tristeza. Voltee
a mirar nuevamente al gigante con algo de tristeza, era ella la que mas sufría por
todo este desorden del cambio climático que los humanos generamos. Esa montaña
y su gran glaciar siempre se habían mostrado casi eternos e inmortales, ahora
me daba cuenta que, también como nosotros los humanos, era mortal y tenía sus
horas contadas, también tiene su muerte anunciada.