Llegue corriendo a mi casa, tenia 30 minutos para terminar de alistar mi mochila y salir corriendo al aeropuerto de Lima. Menos mal que no me fallo el cálculo en los tiempos y pude estar en el aeropuerto a las 11 pm, la hora exacta para hacer mi check en el counter de la empresa Lan, con el vuelo hacia la ciudad de Santiago de Chile. Esta vez me acompañaron mis padres al aeropuerto, querían despedirse de mi. Tuvimos una hora para conversar alrededor de una pizza y una cocacola, tome un plano y un cuadro con un cronograma de mi viaje, les explicaba sobre mi ruta y la planificación que había hecho, con respecto a las visas, al dinero, a los vuelos, etc; creo que hasta ese momento, ellos no creían lo que estaba dispuesto a hacer en los próximos 3 meses y mientras ellos dudaban sobre si mi plan era en serio o que estaba loco, yo por mi lado dudaba si algún día iba a regresar vivo a mi país. El viaje que me había trazado era largo y casi desconocido, pero ya había tomado la decisión de hacerlo y a estas alturas no había retroceso.
Llego la medianoche, entonces era la hora de partir. tome mi mochila de backpacker y junto a mis padres nos dirigimos hacia la puerta de embarque, a la puerta donde todos se despiden de algún familiar, amigo, o de algún amor, que esta a punto de cruzar esa puerta para tomar algún destino lejano al cual sera llevado por un avión alrededor de esa puerta se ven solo abrazos y lagrimas con frases como: "hasta pronto", "no te olvides de mi" "Que Dios te cuide"..... yo solo recuerdo que luego de despedirme de mi padre, el abrazo de mi madre hasta ahora lo recuerdo y es que fue algo muy diferente a los cuales estaba acostumbrado. Como nunca antes había sentido un abrazo tan fuerte de mi madre, como si alguien o algo le iba a arrebatar al único hijo que había quedado a vivir con ellos en Lima, Yo había prometido regresar, pero nadie podía negar que para este viaje que se iniciaba podían suceder muchas cosas, el viaje demandaba muchas variables complejas y nunca antes vividas, lo que aumentaban las probabilidades de que me pase algo en el camino. Pero confiando en que este viaje estaba en las manos de Dios, solo quedaba mirar hacia adelante y seguir. Nunca antes me iba a alejar tanto de mi casa, y creo que nunca mas lo iba a volver a hacer tampoco.
Mi avión salió en promedio 2 am (hora peruana), llegando a Santiago de Chile a las 7:00 am (hora chilena), Chile estaba adelantado 2 horas con respecto a la hora peruana, así que a configurar el reloj para que no se me vaya a confundir los horarios con los vuelos en el aeropuerto chileno.
Primera vez que pisaba Santiago, pero era solo por horas, porque en unas horas mas, salia mi vuelto rumbo a Punta Arenas, Sur de Chile.
Santiago me recibió con una neblina, creo que Lima en sus peores días de neblina queda chico al lado de esta fría mañana en Santiago.
A la 1 de la tarde era pues hora de tomar nuevamente el avión ahora con destino a Punta arenas. Me esperaban 4 horas mas de vuelo, el avión iba a hacer escala en la ciudad Puerto Montt, cuando el avión llego a esta ciudad, tuvimos la oportunidad de que el avión diera como una vuelta completa a la ciudad de Puerto Montt para poder entrar a su pista de aterrizaje, esto nos permitió ver de arriba la ciudad como una maqueta.
Ya muchos sabrán que esta ciudad se volvió famosa, gracias a una canción que hace muchos años un grupo de argentino, llamados LOS IRACUNDOS, la puso como escenario de una historia final de amor en la letra de una canción.
En el vuelo rumbo a Punta del Este, a través de las ventanitas, se pueden ver estas formaciones geológicas, montañas impresionantes...y no solo eso, se podía ver toda la extensión topográfica del sur de Chile, sus montañas y fiordos.
Llegamos a Puerto Natales a las 5:45 pm, y bueno salimos del aeropuerto, tome un transfer para buscar algún hospedaje en esa pequeña ciudad, el chofer nos recomendó un y así allí nos fuimos. En el transfer conocí a una pareja de americanos, Jason y Karry, ellos tampoco tenían reservado un hostel, así que se unieron a mi en mi búsqueda por un lugar donde hospedarnos, para ellos era mas fácil seguirme, ya que como yo hablaba español, les podía servir como traductor en la ciudad, en unos minutos llegamos al hostel Fin del mundo, nos recibieron muy bien, la noche nos costo $10,000 pesos chilenos a cada uno. Salimos a ser compras juntos para preparar la cena y ahorrarnos algo de dinero y no gastar en restaurantes. Nuestra cena fue unos spaguetis al Pomidoro con unos huevos sancochados. El hambre generado de no haber comido nada durante ese día, hizo que esa cena fuera especial para los tres; ellos también habían llegado desde Estados Unidos ese día mientras yo había llegado de Lima y habían estado esperando igual que yo, toda la mañana el mismo vuelo que nos llevo hasta a Punta Arenas. En el aeropuerto de Santiago yo estaba echado en una banca, mientras ellos estaba en la siguiente banca, en el avion ellos estaba sentados en los primeros asientos del avión yo en la parte posterior, y sin querer nos conocimos en el transfer mientras buscábamos un hostel.
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